miércoles, 8 de octubre de 2008

El Rasgueo Terapéutico de un Jazzman



El Poder Curativo de las Artes


Un creciente número de hospitales ofrecen terapias alternativas, tales como las terapias musicales y artísticas para sus pacientes. El porcentaje de hospitales norteamericanos que ofrecen tales terapias ha crecido desde un 26% en el 2005, hasta un 31% en el 2007.


Ángela Haupt


La intuición del artista de jazz Stanley Jordán de que la música podría ser una fuerza curativa se remonta a sus años de adolescencia. Como cuenta, estaba enfermo con influenza y pasó un día entero rodeado por canciones – y se recobró casi instantáneamente.


Jordán, ahora de 49 años, está llevando sus talentos musicales más allá del entretenimiento, al dominio curativo.


“En cinco a diez años, la ‘terapia musical’ va a convertirse en un término doméstico,” manifestó en una reciente entrevista telefónica desde el hotel Sheraton Moriah, en Tel Aviv, donde permanece durante una gira de conciertos por Israel. “Digo que por ser tan holística y versátil. Se dirige a todas las partes del cuerpo en alguna forma u otra.”


En abril, Jordán lanzó State of Nature, un álbum que ilustra la relación entre la gente y la naturaleza.


Manifiesta que ha pasado tiempo vacacionando y conectándose con la Tierra, lo que lo condujo a dos interrogantes: ¿Cómo podemos, a sabiendas, destruir el medio que nos rodea y sin embargo no cambiar nuestra conducta?


“Uso la música para dar respuesta a esas interrogantes y expresar la interioridad que encuentro,” dice Jordán, “Es juna filosofía aplicada. y espero que cuando la gente escuche estos temas decidirán volverse más comprometidos.”


La música es una fuerza curativa cuadridimensional, dice: trabaja física, mental, emocional y espiritualmente.


Como ejemplo señala a Relaxing Music for Difficult Situations I, un disco que lanzó en el 2003. “Escribí aquello porque tuve una cita con el dentista y quería algo relajante,” expresa. “Pero resultó ser una música demasiado melancólica. Creo que significó que estaba decepcionado de mí mismo, porque no había estado tomando suficiente cuidado de mi salud.”


Jordán irrumpió en la escena jazzística en 1985 con Magic Touch, que vendió más de 400.000 copias en todo el mundo. Ha lanzado desde entonces, más de 10 álbumes y ha sido nominado tres veces para el Grammy.


La terapia musical describe el uso clínico de intervenciones musicales, dice Barbara Else de la American Music Therapy Association. Los métodos populares incluyen la ejecución de instrumentos, el canto, la escritura de temas y la discusión lírica.


Entre aquellos que pueden beneficiarse están las personas con discapacidades de desarrollo mental y de aprendizaje, enfermedades de largo término, problema de abusos de sustancias o daños cerebrales. También: las mujeres trabajadoras.


Jordán está completando un programa de graduado en terapia musical en la Universidad Estatal de Arizona. Allí explora la manera cómo la música puede elevar la autoestima personal y las relaciones sociales.


“Jordan es brillante,” dice Bárbara Crowe, directora del programa de terapia musical de la Universidad “Es un lector fabuloso y feroz... Ha ido tras su propia búsqueda, introduciéndose realmente en la literatura y educándose por sí mismo.”


Jordán actúa regularmente en hospitales y hospicios.


“Lo veo como dones compartidos,” dice. “Una mujer comenzará diciéndonos cuándo escuchó esa canción antes, o estará meciéndose hacia adelante y atrás, recordando la forma en que danzaba. Se ve a la gente venir a la vida en formas en que no lo habían hecho en mucho tiempo.”


Carlos Alberto 08/10/2008

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