jueves, 11 de diciembre de 2008


Jack Bradley, amigo íntimo de Satchmo es un connotado fotógrafo y escritor, el más famoso coleccionista del material de Armstrong. Desde 1951, Jack ha documentado las carreras de diferentes artistas mayores del jazz, especialmente aquella de Louis Armstrong, y ha manejado a grandes del jazz como Erroll Gardner y Bobby Hackett.


Coleccionista comparte recuerdos de una Leyenda del Jazz

Niko Koppel - New York Times, setiembre 2008.


Harwich, Massachusetts – Jack Bradley tenía solamente quince años cuando oyó por primera vez a Louis Armstrong en un disco de 78 rpm en la sala de su familia, una vulgar introducción a un hombre que terminaría teniendo una profunda influencia en la vida del señor Bradley.

”Nunca antes oí nada como esto”, dijo el Sr. Bradley, quien tiene ahora 74 años y vive en su pueblo de Cape Cod, al lado del mar.

Bradley conoció a Armstrong a comienzos de los cincuentas, tras una emocionante actuación de éste en el American Legion Hall, cerca de Hyannis. Recuerda acercándose a la leyenda del Jazz en su camarín y recibiendo una fotografía autografiada y un paquete de Kriss suizo, una hierba laxante que Armstrong legitimaba. “Mi vida nunca fue igual. Mi vida se convirtió en Louis,” dijo.

A partir de ese breve encuentro floreció una íntima relación que convirtió a Bradley en uno de los más famosos coleccionistas de los recuerdos de Armstrong. Jack Bradley amasó miles de imágenes de Armstrong dentro y fuera del escenario, grabaciones raras, chaquetas deportivas, pantuflas y aún un balaustre del Colored Waif’s Home for Boys, en Nueva Orleáns, donde Armstrong fue recluido cuando adolescente.

“Uno no se puede involucrar en el mundo de Louis Armstrong sin encontrarse con el nombre de Jack Bradley,” dijo Michael Cogswell, el director de la Casa-Museo y Archivos de Louis Armstrong, en Queens College.

Este instituto dirige el museo en la casa de Armstrong en Corona, Queens, donde éste vivió por cerca de treinta años. La escuela compró la colección por US$ 500.000, en el 2005, y desde entonces, un tesoro de materiales han sido trasladados desde el hogar del Sr. Bradley al instituto.

Mr. Cogswell recogió este mes otro embarque de Bradley, que incluía el correo y correspondencia de Armstrong y emisiones raras de tempranas revistas de jazz.

Cuando Mr. Bradley nació en 1934 en Cotuit, Massachusetts, Armstrong era ya un músico de jazz ampliamente reconocido. El mayor de cinco hermanos, Bradley fue criado por su madre, una peluquera, y sus abuelos. En 1958, se trasladó a Nueva York, donde encontró trabajo como manejador de carga en el puerto, mientras se sumergía en el floreciente escenario del jazz de la ciudad.

Mientras asistía a los ensayos y espectáculos de jazz en el Metropole, un club nocturno en Midtown, y al Central Plaza, un salón de baile del centro, Bradley reunió una extensa colección de grabaciones que intercambiaba con otros entusiastas. También escribía y tomaba fotografías para publicaciones como Coda, Down Beat y Jazz Journal, tanto para sellos jazzísticos y para promociones artísticas. “Pensaba que esos momentos mágicos deberían ser capturados, “dijo.

Se hizo amigo de músicos como Buddy Tate, Bobby Hackett, Jo Jones y Buster Bailey. Bradley se citaba también con una mujer que manejaba el correo de los admiradores de Armstrong y quien lo llevaba tras el escenario para hablar con los músicos después de las actuaciones.

“Le tenía un gran respeto,” dijo Bradley, recordando que Armstrong frecuentemente se refería a él afectuosamente como Daddy o Pops. “Era tan real y pegado a la tierra, que podía hablar de la misma forma a reyes y reinas, como al muchacho en las calles de Harlem.” Ambos se reunían frecuentemente por horas en la modesta casa de Armstrong en 107 Street de Corona, donde vivía con su esposa Lucille desde comienzos de 1943, cerca de otros titanes del jazz incluyendo a Ella Fitzgerald, Count Basie, Billie Holiday, Lena Horne y Dizzy Gillespie.

Con su cámara Voigtländer Prominent, Bradley capturó inocentes momentos de Armstrong en casa, en el escenario y en sesiones de grabación. Una de sus fotografías se convirtió en la foto de cubierta del álbum What a Wonderful World.

Bradley archivó toda cosa de Armstrong que pudiera guardar –cartas descartadas, anteojos, pañuelos, y aún ropa que no se ajustaba apropiadamente tras su pérdida de peso. Además, pagaba al valet de Armstrong y al cuidador de su casa por productos y cosas efímeras que los músicos le daban. “Era importante preservar todo lo que hablaba y hacía,” decia Bradley. “Era un genio del siglo veinte.”

Tras la muerte de Armstrong en 1971 a la edad de 69, Bradley viajó por el país peinando a lo largo y ancho tiendas de discos y de antigüedades en búsqueda de otros recuerdos de Armstrong y del jazz, los cuales llenaron su casa en Hell’s Kitchen. En 1972, abrió un museo del jazz en Midtown, que cerró tres años más tarde, y pronto después se mudó a Cape Cod.

Explicando por qué vendió su colección, Mr. Bradley dijo, “Quería tenerla rápidamente accesible al público e investigadores.” La universidad de Yale, el Smithsoniano y particulares habían también expresado interés en la colección, parte de la cual está en exhibición en la Casa-Museo de Louis Armstrong, aunque la mayor parte del material está siendo todavía catalogado y no estará a la vista hasta que un centro de visitantes programado para completarla esté listo en el 2010.

En medio de las miles de grabaciones y publicaciones de jazz meticulosamente organizadas sobre repisas, Bradley miraba fijamente a un desmenuzado telegrama Western Union y a otro correo de un fan, de bordes gastados, dirigido a Pops y Satchmo, que llevaba por el museo. Una carta marcada “privado” en cursiva, era de una aficionada llamada Annetta. Se leía, “Nunca podría en un millón de años, explicar lo que tengo en mi corazón, justamente lo que significas para mí.”

Por un momento Bradley pareció resistente a separarse de la carta, preocupado de ceder otro tesoro lleno de recuerdos. “Ha sido verdaderamente traumático,” dijo. “Sólo siento que mi mente no sea tan cronológica como mi colección.”



Carlos Alberto 11/12/2008


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